Me gusta el cine musical. Hace años, cuando Basilio Martín Patino estaba marcando las tendencias cinematográficas con “Nueve cartas a Berta”, todo tímido escribí a la revista “Fotogramas” diciendo que “Siete novias para siete hermanos” me parecía una estupenda película. La respuesta de Mr. Belvedere, gurú de aquellos tiempos, diciéndome que estaba de acuerdo conmigo me llenó de satisfacción.
Y me gusta el cine musical, hoy lo se, porque puede unir de una forma total (también otros géneros) los distintos elementos del cine. Saber utilizar la música de forma diegética en una película me parece la unión de distintas artes en SEPTIMO ARTE.
Y me gusta el cine musical, hoy lo se, porque puede unir de una forma total (también otros géneros) los distintos elementos del cine. Saber utilizar la música de forma diegética en una película me parece la unión de distintas artes en SEPTIMO ARTE.
4 comentarios:
Te lo has pensado mejor y VUELVES desde esta habitación. BIEN. Me alegro mucho, de verdad.
Besitos
Feliz regreso. Y que mejor que hacerlo con una película alegre, optimista y maravillosa. Probablemente habrá quien considere el cine músical como un género menor. No es mi caso. Yo únicamente distingo dos clases de cine, el bueno y el malo. Y películas como ésta son de las que tienen muchísimos quilates.
Bienvenido de nuevo al ruedo.
Tienes toda la razón, no he puesto música de cine. ¿Por qué no lo haces tu? Imagínate que te he pasado la memez esa.
Un saludo
Hombre Jack! Que alegría verte de nuevo? Pero que le ha pasado a las entradas anteriores? No me dio tiempo para leerlas bien...El musical, a mí me gusta, aunque alguna vez he oído decir que son esas películas donde los protagonistas cantan por cualquier motivo, ja, ja. Cinema verité!
El del montgó es un cara, mandándote el recao de que no viene...
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