16 febrero 2013

JOHN FORD - TRES HOMBRES MALOS


“La cámara filma tus más íntimos pensamientos y los capta. Si te concentras, la cámara es capaz de investigar tus más íntimas emociones” John Ford

En esta película de Ford hay una mezcla de cine épico, con la colonización de Dakota, y el cine cómico, con las relaciones de los tres hombres “malos”, y se alcanza la tragedia con la intervención de los tres hombres “malos” en la historia de amor de los dos protagonistas. Todo está muy bien combinado, dando en cada momento la dosis adecuada de grandiosidad, la carrera de las carretas por colonizar un espacio; con la comicidad, una bicicleta atada a la cola de un caballo, y la tragedia, el niño perdido en medio del tumulto. La fotografía está muy cuidada, especialmente con los claroscuros, y con encuadres que en posteriores películas desarrollará con el paisaje y los personajes. La emoción visual plasma de manera realista lo que tuvo que ser aquella colonización casi como un documental. Es un western al estilo clásico, pero Ford no se centra en los personajes individuales, sino en el conjunto, haciendo a los colonizadores los auténticos protagonistas de la historia. Curiosamente en esta película no hay indios, cuando en la realidad estos territorios que van a ser colonizados, antes se les había quitado a los indios sioux tras la masacre del general Custer, hecho al que aquí no hay referencia.

11 febrero 2013

JOHN FORD - EL CABALLO DE HIERRO

"Chief Goes Ahead" (“El jefe va delante”)
Nombre que la tribu india que interviene en el rodaje de la película le otorga oficialmente a John Ford.

Con 30 años, Ford ya ha realizado unas cincuenta películas, si bien, la mayoría eran en realidad cortos o mediometrajes, y muchas de las cuales han desaparecido. La Fox, para mostrarle su confianza, le pide que realice esta película al estilo épico y que pueda competir con los demás estudios. Nuestro director toma como tema un simbolismo de la unión estadounidense: la construcción del ferrocarril que unirá los territorios de la costa este con la costa oeste. Esta historia le permitirá utilizar muchos de los elementos que caracterizan el western, como los enfrentamientos con los indios, desplazamientos de ganado, una estampida de búfalos, y hasta una pelea en el salón. Ford realiza esta película casi como un documental y no desaprovecha introducir una exaltación de lo americano (él se siente tal, pues aunque hijo de inmigrantes irlandeses ha nacido en los Estados Unidos) e introduce un gran momento para la historia de la nación como es la unión de los dos tramos del ferrocarril, la unión de los tendidos de la Union Pacific y de la Central Pacific. En la película están perfectamente combinadas las secuencias de acción con las más íntimas, y no se recata en introducir durante las escenas de gran dramatismo, ciertos momentos de comicidad. En realidad todo esto constituirá más tarde un sello característico de John Ford. La vigorosa interpretación del protagonista se ve mermada por la melindrosa interpretación de su oponente femenina, al parecer una imposición de la Fox. La película tiene más interés como pieza de museo que en su valor cinematográfico y solo os la recomiendo si estáis dispuestos a revisar la filmografía de Ford, que por cierto aquí ya aparece con el nombre de John Ford.