23 agosto 2012

AKIRA KUROSAWA - TRONO DE SANGRE

Es una adaptación libre del “Macbeth” de Shakespeare, o más bien la película de Kurosawa está inspirada en la obra del autor inglés buscando escenas que el japonés enriquece visualmente al darle una forma cinematográfica muy lejana de su origen teatral, trasladando toda la poesía del texto original a imágenes. Kurosawa realiza un gran esfuerzo por conseguir una gran obra de cine cuidando al detalle todos los elementos. La fotografía, mérito también del director de fotografía Asaichi Nakai, en blanco y negro es magnífica y como las nuevas tecnologías permiten parar la película en cualquier fotograma, aconsejo hacer un visionado de esta manera para disfrutar al máximo de la película.


Los decorados son majestuosos y en especial los interiores del castillo que asumen plenamente integrados los ricos, y fieles a la tradición, vestuarios, los cuales tenían que llevar puestos los actores durante mucho tiempo antes de rodar una escena para que los movimientos fueran naturales. Hay muchas escenas que hacen de esta película una obra maestra pero yo destacaría el encuentro de Washizu (Toshiro Mifune) con la bruja en una cabaña del bosque. La bruja que le hace conocer el futuro, va vestida de blanco, con el pelo blanco también y toda la cabaña se encuentra inundada de una luz blanquecina que le da a la escena el toque fantasmal necesario. Cuando la película se estreno en Estados Unidos, la crítica de “Variety” dijo: “Es puro cine, un logro de ambientación e invención fotográfica que merece ser vista con fines académicos por todo estudioso del cine, desde el novicio hasta el profesional”