Para mi esta película no está incluida entre las que más me gustan. Es cierto que tiene momentos magistrales, como la recepción y la boda, pero en general decae el interés por buscar más la sorpresa del espectador que el contarnos los hechos tal como se van produciendo. Por otra parte, tantos personajes que tienen que hacer llegar al espectador sus sentimientos hacen que este se pierda, máxime cuando se trata de una película oriental que en general ofrecen una gran dificultad para recordar los nombres y relacionarlos entre los personajes.
El guión me ha parecido bastante simple y Kurosawa lo hace más largo aumentando el número de escenas en las que de una forma reiterativa vemos la maldad de los personajes y el ansia de venganza del protagonista. Además, hay una historia melodramática entre el protagonista y su mujer, que presenta una deficiencia al andar, que baja el tono intrigante para llevarlo al sentimentalismo. Parece ser que el guión de esta película era de un sobrino de Kurosawa y este se limitó a darle algunos retoques. Si algo sobresale en la película y la hace motivo de visión obligada es la magnífica interpretación de Toshiro Mifune en un papel de ejecutivo, muy distante de los papeles de samurai a los que nos tiene acostumbrados.
5 comentarios:
Al final hasta las películas digamos más flojas (seguramente en Occidente) de Kurosawa se salvan por el de siempre: Mifune.
Es como Messi, aunque el Barça no este fino, siempre sale el de siempre...
No suelo acudir a los similes futboleros, pero, bueno, se que estoy entre amigos.
Un abrazo.
No conozco la película, todavía, pero estoy dispuesto a seguir el ciclo porque aún cuando no te acaba de gustar siempre encuentras algo interesante.
Yo también la desconocía por completo, por lo que cuentas la trama parece bastante simplona, no se si por el argumento en sí o por que la han inflado.
A la espera del siguiente Kurosawa... ¿cuántas quedan?
Un saludo
Sin ser una gran película he disfrutado de muchos momentos con el sello del maestro. La historia parece americana pero sin duda las interpretaciones y el ambiente son auténticamente japoneses. Me ha llamado mucho la atención las inclinaciones que se hacen, desde el principio, en la boda, hasta las del final mientras se habla por teléfono.
No conozco esta película pero suena algo tediosa. El cine oriental está siempre en equilibrio entre la emoción de la delicadeza y el más terrible tostón...jejeje. ¿A cual de estas dos categorías pertenece esta?
Un saludo
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