Es un festival de imágenes y si una película es una sucesión de imágenes, esta es una gran película. Kurosawa tardó en utilizar el color, no porque no le gustase ya que pintaba y pintaba muy bien como habéis comprobado en la imagen del post anterior, sino porque justo cuando en Japón se utilizaba el color él tenía varios proyectos para filmar en color pero las productoras japonesas no querían arriesgar dinero en sus grandes proyectos. Si para la anterior película “Dersu Uzala” tuvo que recurrir a los soviéticos, para esta recurre a los americanos y logra que George Lucas y Francis Ford Coppola convenzan al hijo de Alan Ladd, presidente de la sección de largometrajes de la 20th Century Fox, para que le compre los derechos a la productora japonesa mediante un anticipo de la mitad del coste de la película. ¡Pues no eran listos! La película se basa en la historia verdadera de un ladrón que llega a convertirse en el doble de un gran guerrero, en el kagemusha (guerrero sombra). El papel principal parece pensado expresamente par Toshiro Mifune pero este no haría la película porque como productor estaba envuelto en otros trabajos que no podía abandonar para rodar con Kurosawa todos los meses que este exigía y entonces se contrató a Tatsuya Nakadai. La película resulta fría, desolada y emocionalmente distante, seguramente porque Kurosawa no quería dar la impresión de que la guerra es bella como declaró en una entrevista. Es una obra maestra en forma y estilo y cada escena expresa claramente su propósito. La secuencia de la pesadilla es una explosión de color en la que el ladrón se encuentra envuelto por un torbellino de colores. Para otras escenas de batallas o puestas de sol utiliza de forma magistral los teleobjetivos y hay un tavelling saliendo por la ventana de un castillo que solo puede hacerlo un maestro, no por el travelling en si, sino por su inserción en la escena. En definitiva, Kurosawa parece más preocupado por los actos que por los sentimientos y si queréis disfrutar de la película, olvidaos de los personajes y considerad al director y su habilidad cinematográfica como el personaje principal. Las películas hay que verlas ¿verdad? Pues esta es puro placer visual.
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