
DIRECTOR: Fritz Lang
GUIÓN: Fritz Lang y Thea von Harbou
REPARTO: Rudolf Klein-Rogge, Oskar Beregi, Theodor Loos, Karl Meixner, Otto Wernicke, Klaus Pohl, Wera Liessem, Gustav Diesl, Camilla Spira, Rudolf Schündler, Theo Lindgen, Oskar Hocker
ALEMANIA, 1933, 115 min.
SINOPSIS: Un comisario de policía inicia una investigación a partir de una llamada interrumpida de un antiguo colaborador y del asesinato, en plena calle, de un famoso médico. Por otra parte, un misterioso personaje está organizando a un grupo de delincuentes para conseguir el poder mundial. Un antiguo policía y ahora miembro de ese grupo delincuente servirá para unir todos los cabos de lo que está ocurriendo.
OPINIÓN: Entre 1910 y 1920 tuvieron mucho éxito en el cine las series presentadas en episodios en los cuales los protagonistas vivían unos acontecimientos que mantenían el interés del público hasta el nuevo episodio. La trama del Dr. Mabuse está concebida para ser presentada al público de esta manera, realizando Fritz Lang dos películas anteriores episódicas aunque aquí renuncia a ello para realizar una película que tuviese una unidad. Posteriormente, y dado el éxito de esta película, volvería tratar el tema del “mal” que quiere apoderarse del mundo y del “bien” que lo defiende. De alguna manera y para entenderlo con un ejemplo actual: James Bond.
En esta película cabe destacar la existencia de un guión presentado como un puzzle del que vamos descubriendo que nos faltan piezas, lo que permite avanzar en una acción dramática que no decae. La existencia de una organización criminal que quiere dominar el mundo, la multiplicación de peripecias y la utilización de trucos fantasmagóricos, hoy día pueriles, pueden hacer que el espectador subvalore esta película. Pero hay que situarse en la Alemania de los años 30, con un partido nazi que empieza a declarar su intención de dominar el mundo y con un dirigente, Hitler, al que se empezaba a tratar como un visionario y un loco. Estas referencias son patentes en la película, lo cual haría que se retrasara su exhibición y fuera causa sumada al exilio del Fritz Lang a Estados Unidos.